viernes, 31 de enero de 2014

10- Zaratustra en nuestros tiempos

<< VOLVER AL ÍNDICE


Ensayo sobre la canción “Superhombres”



Hoy en día, o es tierra fiscal o es propiedad privada. Pero Zaratustra se las había arreglado para vivir en un inmenso eucalyptus hueco. Especie exótica, australiana para más detalle, traído por sarmientos de otras épocas. En Pereyra Iraola existe oculto entre la tupida vegetación. El hueco tiene una enorme entrada en forma de triángulo que conduce al amplio interior. Luce imponente e irreal. Es aquí donde Zaratustra ha pasado 10 años pensando, creando e imaginando. Un día inspirado e iluminado por el Sol, decide bajar de su montaña y buscar a los hombres a los que llevara su mensaje. La letra del tema “Supermen” (Superhombres) de Submarino Espacial esta basado en el concepto del Superhombre, desarrollado por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Y el guión para el video clip realizado para este tema, es una adaptación a los tiempos actuales que he realizado, de un fragmento del texto llamado “Primera Parte” con la que comienza el libro “Así habló Zaratustra” escrito por Nietzsche. A continuación desarrollo una breve explicación sobre este maravilloso texto y anexo algunos vínculos con la humilde letra del tema.

Zarathustra tenía 33 años cuando se retiró a las montañas, allí pasó 10 años en soledad. Nietzsche juega con la antifigura de Cristo ya que, a la edad en que el Cristo comienza su prédica, Zarathustra se retira su exilio voluntario. Durante esos diez años vivió solitario, en compañía de su águila y su serpiente, figuras heráldicas que representan su voluntad y su inteligencia respectivamente. Tomo al sol para representar a la luz que ilumina al artista para la creación. Y es que Nietzsche simboliza en el sol, el ocaso. En alemán la palabra que utiliza es Untergehen que contiene varios matices que se pierden en la traducción al castellano. En primer lugar significa literalmente “caminar” (gehen) “hacia abajo” (unter). Zaratustra, en efecto, baja de su montaña. En segundo lugar designa la puesta del sol, “el ocaso”. Y Zaratustra dice que quiere actuar como el sol, esto es “ponerse”. En tercer término, Untergehen y su sustantivo Untergang se usa con el significado de hundimiento, destrucción, decadencia. Zaratustra se hunde en su tarea y fracasa. Su tarea dice, lo destruye. De esta forma enlazo el concepto de la conversación con el sol en el sentido de la obra original (Zarathustra decide bajar de su montaña luego de su conversación con el sol) con la letra Supermen; “luces brillantes iluminan, el artista crea” y en la creación hay hundimiento, ocaso y tránsito. Hundirse en su ocaso, como el sol, pasa al otro lado de la tierra. Pasar al otro lado, es superarse así mismo y llegar al superhombre.

Al descender de su montaña, Zaratustra se topa en su camino, con un campamento precario. A unos metros aparece un anciano que lo reconoce. Éste lleva una rústica cruz, hecha con palitos colgada de su cuello. Conversan, y en un momento, el anciano, recoge cenizas de su fogata y se las muestra irónicamente a su invitado. Luego le muestra su cruz. Terminada la conversación Zaratustra sigue su viaje.

Nietzsche escribió… “surgió de pronto ante él un anciano que había abandonado su santa choza para buscar raíces en el bosque…” La figura del eremita es adaptada a la figura del linyera. Su choza es un precario bolserio con trapos y un colchón. En su libro Nietzsche escribe “…Entonces llevabas tus cenizas a la montaña ¿Quieres hoy llevar tu fuego a los valles? ¿No temes los castigos que se imponen al incendiario? La cenizas es el símbolo de la cremación y el rechazo a los falsos ideales juveniles.

Y sigue… “¿Y qué hace un santo en el bosque? Preguntó Zaratustra. Hago canciones y las canto… así alabo al Dios que es mi Dios… Más, cuando Zaratustra estuvo solo habló así a su corazón ¡Será posible! ¡Este viejo santo en su bosque no ha oído todavía de que Dios ha muerto...!” La idea de la muerte de Dios, que recorre todo el libro de Nietzsche, es abordada puntualmente en la cuarta parte del libro en Jubilado. La noticia de la muerte de Dios es la primera enseñanza de Zaratustra, metafóricamente el pilar sobre el que se sustenta la construcción del superhombre.

Dios ha muerto es una metáfora que expresa la muerte de las verdades absolutas, de las ideas inmutables y de la moral que marcaba la vida humana. Los ideales de la vieja moral han de ser sustituidos, dado que ya no impulsan las vidas de las personas, han perdido su fuerza. Los valores que descansaban en la presuposición de que el sentido de este mundo está fuera de él. Dios ha muerto, el mismo hombre lo ha matado. El último hombre es el hombre empobrecido, sin grandes objetivos, sólo con pequeños intereses y sin fuerza para superarse. El hombre de la vida moderna, que sólo busca la comodidad y su placer cotidiano. Nietzsche plantea dos opciones: la del último hombre, la del hombre que vive el fin de la civilización o la del superhombre, la del nuevo dios terrenal que dice sí a la vida. El superhombre será un espíritu libre que no cede ante nada, pero que participa de la inocencia y espontaneidad del niño.

Zaratustra desciende de la montaña y se mezcla con el pueblo. Tomar el tren de Pereyra Iraola a La Plata es toda una experiencia. El tren es el resumen de una ciudad. El hábil observador puede ver todos los componentes sociales representados. Desde las numerosas familias de gente pobre hasta el estudiante universitario. El laburante de overol y el de traje y corbata. Los vendedores de golosinas y diarios, los músicos ambulantes, los que piden limosna. Es llegar a la ciudad antes de llegar.

Una vez en la ciudad, Zaratustra la recorre buscando a la gente. La plaza pública tal como era en la antigüedad ya no cumple la misma función. Los volatineros que cumplen la función de entretener a las masas ya no están en la plaza, sino en la televisión, la farándula son los volatineros medievales. Y la masa homogénea a la que el Zaratustra de Nietzsche se dirigió en su libro, ya no se agrupan colectivamente en un espacio público, sino que se agrupan colectivamente como audiencia, en el interior de sus casas, en sus cómodos sillones de living frente al televisor.

Zaratustra decide presentarse ante las cámaras de televisión y comunicar sus ideas sobre el superhombre a la gente. Más…“y todo el pueblo se rió de Zaratustra”… “Ahí están- dijo a su corazón- y se ríen: no me entienden, no soy yo la boca para estos oídos” Aquí Nietzsche utiliza la reminiscencia del Evangelio de San Mateo, 13,13: “Por esto les hablo en parábolas, porque miran sin ver, y escuchan sin oír ni entender”

Les habló entonces sobre el último hombre. Pero para sorpresa de Zaratustra la respuesta de la masa fue… "!Danos ese último hombre… haz de nosotros esos últimos hombres…! ¡El superhombre te lo regalamos!". Y todo el pueblo daba gritos de júbilo y chasqueaba la lengua. Pero Zaratustra se entristeció y dijo a su corazón:"No me entienden; no soy yo la boca para estos oídos”.

Zaratustra vuelve a su bosque





No hay comentarios:

Publicar un comentario